Esparta, es una pequeña ciudad ubicada en Wisconsin, es también conocida como la capital del ciclismo en los Estados Unidos. Pero posee otro lado más oscuro de la fama.
Si usted vive en los Estados Unidos, tal vez, se halla preguntado: ¿De dónde vienen todas las esculturas de fibra de vidrio que adorna los centros comerciales y parques de las ciudades? La respuesta más probable es que sean de Esparta.
En esta ciudad se fabrican desde 1983 de forma rápida, miles de piezas cada año. Sin embargo, una vez que los productos son terminados, surge una pregunta ¿a dónde van todos esos moldes? La respuesta es que terminan sus días abandonados en un campo al lado de la fábrica.
Muchos de ellos yacen juntos, lentamente erosionados por el clima y el tiempo. De hecho, este singular cementerio de moldes parece sacado del surrealismo.
Animales, demonios, dinosaurios, personajes imaginarios, criaturas mitológicas, Darth Vader, e incluso un E.T con la cara rota y su dedo apuntando a su planeta de origen, entre otros, son algunos de los habitantes que conviven en este inquietante lugar.
Si de casualidad has llegado a Esparta y no tiene un destino turístico. Pues, la buena noticia es que la visita a este curioso cementerio de figuras es gratuita y las “exposiciones” por así decirlo están alineadas en filas de ancho adecuado para un auto pueda conducir entre ellas.
Así que, la próxima vez que pase por alguna reluciente escultura hecha en fibra de vidrio, piense que en algún lugar, hay un molde olvidado y abandonado deteriorándose con el paso del tiempo.
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Este artículo fue publicado en ©yalosabes.com en el 2014.
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